Rurrenabaque es el lugar desde donde explorar el Amazonas boliviano o la zona de pampa.
Se puede llegar a Rurrenabaque con vuelo (menos de 1h) o autobús (unas 20h) desde la Paz. Como os podéis imaginar no es tanta la distancia sino el terreno abrupto y las malas carreteras lo que provoca esta monumental diferencia de tiempo.
También hay agencias que ofrecen hacer parte del recorrido en bicicleta bajo el mombre de «la carretera de la muerte» por el trazado de la vieja carretera en desuso.
Nosotros decidimos no arriesgar e ir en vuelo con Amaszonas que cubre el trayecto cada día por unos 80€. También se puede volar con TAM que es un poco más económica pero solo tiene 3 vuelos a la semana.
Rurrenabaque es un pueblo ubicado junto al rio Beni, (afluente del Amazonas) y funciona como la puerta de la Amazonía y la Pampa boliviana. Tiene todos los servicios y muchas agencias ofrecen tours a ambos lados. El clima tiene poco que ver con el frío y la altura de la Paz ¡Bienvenidos al calor y la humedad!
Los hostels son bastante aceptables y tienes precios desde 80 a 160 bolivianos por habitación doble. Nosotros estuvimos en el hostal Lobo (con piscina y buen desayuno) y en el hostal Tucanes (más sencillo y económico).
No es posible visitar la jungla o las pampas por tu cuenta así que hay que contratar un tour con o sin ecolodge.
Jungla amazónica
Nosotros fuimos a la jungla durante 3 días / 2 noches con la agencia «Madidi Jungle» que tiene su propio lodge en la jungla y una valoraciones 10 en Tripadvisor. No es la opción más económica pero sin duda estuvimos encantados con todo el servicio, alojamiento, comidas y guías. Pagamos 1.800 bolivianos por persona.
Salimos en bote por la mañana para ascender por el río Beni para adentrarnos en la selva hasta el Tuichi. En total el paseo es de unas 3h y es realmente cautivador si no has visto nunca una selva amazónica. Tras instalarnos un poco en nuestra habitación pudimos comprobar en el almuerzo que todos los elogios de otros turistas sobre la comida eran totalmente justificados. ¡Espectacular!
Tras el almuerzo conocimos a nuestro guía, Alejandro, y acordamos con él algunos itinerarios. Esa misma tarde tendríamos la oportunidad de caminar por los senderos de la zona durante 3h entre una vegetación muy distinta a todo lo que conocemos y habíamos visto durante el viaje. También pudimos encontrar algunos animales como cerdos salvajes e infinidad de pájaros de todo tipo y color como la pava roncadora y los guacamayos.
Justo llegando de nuevo al lodge nos encontramos con la «mascota» del lugar: un tapir de 500kg conocido como «Toño». Sinceramente el tapir nos parece uno de los bichos más raros que existe.
Deliciosa cena y luego paseo nocturno entre arañas, grillos y mil bichos. Sorprendentemente los mosquitos no fueron excesivamente pesados ya que en época de invierno su número es mucho inferior a lo que es en verano.
Igualmente, la habitación del lodge estaba muy bien preparada con mosquiteras en ventanas y cama. Todo el montaje de seguridad se fue al garete cuando al volver del paseo nocturno nos dimos cuenta que la araña más grande y peluda nos esperaba dentro de la mosquitera de la cama ?. La verdad no supimos cómo pudo meterse pero todo quedó en una divertida anécdota (estuvimos batallando media hora 3 personas contra un bicho, armados con palos, bolsas, toallas y una papelera).
Al día siguiente seguimos con las caminatas y descubriendo más plantas y animales. Esta vez si pudimos ver grupos de monos aulladores y monos araña, así como huellas de puma y jaguar y mariposas bien curiosas como la mariposa ojos de búho.
La humedad era intensa tanto de noche como de día pero en general el clima era muy agradable.
Desgraciadamente llegó el tercer y último día, el último recorrido por los miradores de la zona, la última comida con una deliciosa tarta de postre y 2h de vuelta en bote río abajo.
Pampas del Yacuma
Después de descansar forzosamente en Rurrenabaque un día más de lo esperado por la lluvia casi torrencial que duró 8 horas, pudimos dirigirnos a la pampa.
En este caso la agencia se llamaba «Dolphins Travel» y fuimos recomendados por una pareja muy maja que conocimos esos días en la selva. Pagamos 1.000 bolivianos por persona (algo menos que la tarifa estándar de 1.200).
Para llegar al ecolodge se recorren 3h en 4×4 hasta Santa Rosa y luego 2-3h más en bote. La verdad es que se hace entretenido ya que en el camino pudimos ver un perezoso, capibaras (véase: el roedor más grande del mundo) y algunos pájaros.
En el mismo embarcadero donde nos esperaba el bote ya pudimos ver los primeros delfines rosados (de agua dulce). El resto del recorrido en bote fue un auténtico festival: caimanes a decenas, grupos monos ardilla y capuchinos, algún perezoso, delfines y decenas de aves distintas.
Los días en la Pampa pasaron volando entre buscar animales como la anaconda, pescar pirañas e intentar nadar con los delfines.
Al final uno se acostumbra a tener caimanes a lado y lado ?
El ecolodge no era ni de lejos tan bonito y cómodo como el de Madidi Jungle pero estuvo bien. En gran parte gracias a los geniales compañeros de tour y habitación que tuvimos.
La comida estaba también bien aunque no pudimos degustar mucho porque estábamos un poco descompuestos (de nuevo…) ? ¡Una pena!
Para terminar vamos a criticar un poco ?. La experiencia en la pampa con el personal y el lodge de «Dolphins travel» fue muy buena pero no tenemos la misma opinión con la gestión de la oficina de Rurre. Con tal de vender el tour nos afirmaron varias cosas que luego una vez hecha la reserva se desvanecieron. Cuidado con eso.
Recomendaciones
- Si buscas una experiencia envolvente y sentirte perdido debes ir a la selva.
- Si buscas ver animales mejor la pampa.
- ¡Al loro! Ambas zonas son parques naturales y hay que pagar entrada. En la selva 200 bolivianos /pp y en la pampa 150 pp. Siempre a parte del tour.