Tras nuestros fantásticos días en Ko Lipe, Tailandia, regresamos a Malasia. Nuestra idea era ir camino a Kuala Lumpur, pero no sin antes pasar por Cameron Highlands, el lugar de fin de semana de los malayos del que tanto habíamos oído hablar.
Cameron Highlands es un gran colina que goza de temperaturas frescas todo el año, grandes plantaciones de te y un sinfin de lo que ellos denominan “granjas” (granjas de abejas, granjas de fresas, granjas de mariposas…). Es por eso que los malayos encuentran tan agradable ir allí los fines de semana y vacaciones.
Cogimos un autobús desde Penang a Tanah Rata, la población más grande de Cameron Highlands donde se concentra el mayor número de alojamientos y restaurantes. El autobús lo contratamos en nuestro mismo hostal de Penang al mismo precio que comprándolo directamente por la web. Lo bueno: que nos recogían en la mismísima puerta del hostal. Lo malo: que nos dieron vuelta para llegar a la estación (una organización un poco extraña de los pick-ups…) y finalmente nos soltaron en la estación antes de tiempo teniendo que esperar casi una hora a que llegara el autobús. Sin duda, de tener que volver a reservarlo lo haríamos directamente a través de la web y ya nos encargaríamos de llegar con Uber hasta la estación…
El trayecto duró unas 5 horas. En realidad Cameron Highlands no estaba lejos de Kuala Lumpur (unos 250 Km) pero la carretera en el tramo final era de “agárrate y no te menees”. ¡Vaya mareos!
El día antes habíamos reservado por Booking un hostel que era bastante barato y tenía buenas reviews (KRS Pines). Así que fue llegar ya anocheciendo, colgarnos nuestras mochilas al lomo y caminito hacia el hostel. Tanah Rata aún y ser la población más grande de Cameron Highlands, es un lugar pequeño. En 10 minutos estábamos en la puerta de nuestro alojamiento.
Y ahí fue cuando todo nuestro buen rollo que veníamos arrastrando desde Ko Lipe y nuestras ganas de explorar las plantaciones de te empezaron a mermar… ¡El hostal era de lo peor que te podías echar en cara! Estaba llenísimo de malayos gritando por todos los pasillos y nos dieron una habitación que ni siquiera cerraba la puerta (obviamente imposible de cambiar por otra porque estaba todo lleno).
Ahí mi indignación me hizo revisar las malditas reviews que había estado leyendo. Y me di cuenta de que eran de hacía un año o así… ¿Qué habría pasado para que ese hostel estuviera yendo hacia el apocalipsis en tan poco tiempo?
Ese día tan solo fuimos rápidamente a cenar (nuestras cosas estaban en ese cuchitril de habitación sin cerrar) y volver a descansar.
A la mañana siguiente, intentando positivizarnos, cogimos nuestras mochilas pequeñas (con chubasquero para los monzones y agua) y fuimos a buscar algún sitio donde desayunar y planificar el día.
Justo a 2 minutos de nuestro hostel encontramos otro hostal precioso (Father’s Guesthouse), super nuevo, con comida riquísima, nada caro, un montón de información sobre qué hacer en la zona y motos para alquilar. ¡Eso ya era otra cosa!
Al hablar con la dueña del hostel nos dimos cuenta de que había montado el lugar hacía un año y que anteriormente había estado trabajando ¡en el hostal donde estábamos nosotros hospedados! Sin duda las buenas valoraciones que yo había estado leyendo eran de cuando estaba ella allí… Intentamos ver si podíamos cambiarnos a su hostel porque la diferencia de precio era insignificante y la diferencia de calidad era abismal, pero estaba todo reservado para días.
Así que con los consejos de la señora, un montón de fotos de mapas y una moto de alquiler nos adentramos a la aventura de nuestro primer día en Cameron Highlands.
PLANTACIONES DE TE
Hay básicamente 3 grandes plantaciones de te:
– Cameron Valley Tea House: donde disfrutar de las mejores vistas de las plantaciones.
– Sungai Palas Boh Tea State (a 6km de Brinchang): según nos comentaron tienen la mejor visita a fábrica gratuita organizada.
Nuestra idea era hacer visita de las dos primeras el sábado y el domingo visitar la tercera y alguna granja de mariposas y fresas. Pero el plan se nos fue un poco al garete…
¡De repente a uno de nosotros nos entró un dolor de estómago y unos retortijones que no podíamos ni estar de pie! No fue nada grave, pero la historia duró al menos tres días, imposibilitando hacer mucho y comer a gusto.
QUÉ MÁS HACER EN CAMERON HIGHLANDS
1. Ir a comer fresas: toda la colina de Cameron Highlands está llena de granjas de fresas donde puedes ir y coger tu mismo las que te quieres llevar (“Pick Up Strawberry Farms”). Hay sitios muy tematizados pero si lo que realmente buscas son fresas ricas, a nosotros nos aconsejaron una pequeña granja llamada Raaju Hill Strawberry Farm.
2. ¿Visitar la granja de mariposas (Butterfly Farm)? Debo decir que nosotros fuimos a echar un ojo perooo… nos decepcionó un poco. A parte de que nos hicieron pagar (normalmente entras a las granjas de forma gratuita), la granja propiamente dicha de mariposas era solo una zona y el resto estaba lleno de bichitos, insectos y reptiles al estilo zoo…
3. Hacer trekking. Hay cientos de senderos increíbles por los que hacer trekking. Uno de los más famosos es el del Mossy Forest. No podemos corroborarlo por nuestros percances con el estómago, pero parece que la gente lo disfruta mucho y ¡que no hay sanguijuelas!
4. Visitar alguna granja de abejas. Tienen una gran producción de miel además de tener la particularidad de que muchas de ellas hacen su miel con un tipo de abeja exclusivo de su zona: una abeja sin aguijón que produce una miel sin azúcares.
LINKS DE INTERÉS:
Web para reservar el autobús: http://www.easybook.com/
Web del Father’s Guesthouse: http://fathersguesthouse.net/
CONSEJO:
– Intentar evitar ir a Cameron Highlands de viernes a domingo… ¡Es una locura! Parece que todos los malayos están ahí, armando jaleo, comiendo fresas como si fuera el fin del mundo y bebiendo te para aburrir.
– Probar los batidos, galletas, chocolates y todo lo que se cruce por delante que esté hecho con fresa. ¡Es espectacular!