Y llegó nuestro último destino de este viaje de 10 meses por el mundo… Kuala Lumpur, la mayor ciudad de Malasia y la capital legislativa del país.
Kuala Lumpur es conocida principalmente por las Torres Petronas, sí, esas impresionantes torres… Las torres gemelas más altas del mundo y hasta el 2003 el edifico más alto a nivel mundial (hoy en día el undécimo).
Pero la ciudad tiene mucho más que ofrecer al visitante…
QUÉ VER EN KUALA LUMPUR
1. ¡No hay que perderse un paseo por el centro de la ciudad! Y si lo haces con el Free Tour que organiza el ayuntamiento mejor que mejor (Kuala Lumpur Heritage Trail – lunes, miércoles y sábado de 9 a 11:30). El recorrido en distancia es breve pero lleva sus dos horas y media ya que es como un cursillo acelerado sobre la historia y contexto actual de la Kuala Lumpur.
No hace falta reservar y, como venimos viendo el Malasia, ¡los free tours realmente son “free”! Ni siquieran esperan una propina. Como mucha que contestes una encuesta de satisfacción al final del tour.
2. Haz un master en regateo en el barrio chino, concretamente en Petalin Street. Petalin Street es una calle considerablemente larga donde se montan 3 pasillos eternos de puestecitos. Aunque los puestos estén abiertos todo el día prácticamente, lo suyo es ir a partir de las 17:00 que es cuando parece que los vendedores se empiezan a despertar y le echan ganas al regateo. Creednos, nosotros fuimos un día por la tarde y otro por la mañana, ¡y no había color!
En cuanto te hayas recorrido un pasillo, todo te parecerá lo mismo: todos los puestos tienen exactamente lo mismo. Lo bueno: ¡que puedes regatear incluso más! Siempre hay a alguno a quien la jornada no le ha ido como quería…
Los productos aconsejables de comprar son sobre todo relojes y altavoces. ¡Nosotros nos llevamos un altavoz que funcionaba (y sigue funcionando) muy bien por un precio que ni los chinos de nuestro hostel se lo creían!
3. Date una vuelta por el barrio indio. Nosotros casualmente acabamos alojados en Little India (el barrio indio). Tiene decenas de restaurantes, así como son los reyes de las lavanderías y de los colmados. ¡Muy práctico!
4. Visita la Mezquita Nacional o Masjid Negara (¡si puedes!). Es impresionantemente bonita al menos por fuera. En teoría es posible visitarla también por dentro pero nosotros lo probamos unas cuantas veces (vestidos debidamente) y por A o por Z nunca conseguimos entrar…
Merece la pena pasearse por sus alrededores especialmente de noche. La iluminación hace que luzca casi tanto como las Petronas.
5. Haz una excursión de medio día a las Cuevas de Batu, cuevas naturales donde se han construido importantes templos hindús.
Sinceramente, después de las increíbles cuevas que vimos en Gunung Mulu era difícil que alguna otra cueva nos pudiera sorprender, pero eso de que en el interior te encuentres un pequeño templete no está mal…
Lo más imponente sin duda es la entrada de la cueva principal, con esa enorme escalinata al infinito y la majestuosa estatua de color dorado que la custodia.
Una vez dentro, más allá del pequeño templo, todo se hace algo extraño: cientos de personas por todas partes, tienda de souvenirs, etc.
Hay que tener algo de cuidadillo con la mochila y los monos que hay por la zona: tienen un olfato infalible y son de una valentía que quitan la respiración.
Tienes la opción de subir un ladrillo escalinata arriba para aprovechar tu viaje y ayudar a los constructores de los templos del interior de la cueva. Nosotros, honestamente no lo hicimos… ¡no había ni un malayo y menos indio que se subiera un ladrillo! Sólo los turistas éramos las “almas caritativas” (por decirlo de alguna manera…).
Más allá de la cueva principal, hay otras pequeñas pequeñas cuevas que se pueden visitar, como la cueva de los murciélagos o la “villa cave”, pero éstas ya son cuevas de pago que nos parecían más una pequeña encerrona que otra cosa. Así que nosotros decidimos no pisarlas.
6. Hazte una foto con las Petronas. Las Petronas son imponentes a cualquier hora del día pero no nos vamos a engañar, de noche merecen muchísimo más la pena.
Quedan un poco retiradas del centro pero con un Uber llegas en un momento por cuatro duros. Eso sí, prepárate hasta para hacer cola para poder hacerte la foto. ¡Madre mía la de gente que va allí cada noche!
Además por poco dinero podrás comprarte un cacharito que pinzar a tu móvil y poder hacerte la foto con efecto ojo de pez. Los vendedores ambulantes, hábiles ellos, ya han visto que el negocio está allí en cuanto que se pone el sol…
7. Date un baño en la Infinite Pool del hotel Regalia.
En Kuala Lumpur reservamos un hostel que era una maravilla (ese que estaba cerca del centro en el barrio indio) pero justo un día después de hacer la reserva cayó en nuestras manos una oferta para el hotel Regalia, famoso por sus impresionantes vistas de las Petronas y de la ciudad desde su piscina del último piso.
Así que decidimos hacer un esfuerzo económico y logístico, y modificar nuestra reserva del hostel por tal de poder pasar nuestro último día de viaje en el Regalia.
Sinceramente, ni el hotel ni el restaurante merecen mucho la pena: es el típico hotel que en su momento fue lo mejor de lo mejor pero que se está quedando anticuado y ya no invierten en él. Peeeerooo… pasar un día en la piscina con esas increíbles vistas la verdad es que no tiene precio.
LINKS DE INTERÉS:
– Más información sobre los tours: www.visitkl.gov.my. Además del KL Heritage Trail, organizan 3 tours más.
-Dónde alojarse: sin duda recomendamos nuestro hostel «1000 Miles Kuala Lumpur»
(http://1000mileskl.com).