Llevábamos unos últimos dos días muy malos… La mala suerte se había apoderado de nosotros y parecía que no nos quería abandonar…
Después de pasar unas cuantas calamidades para coger el vuelo de los Ángeles a Nueva Delhi y tras 24 horas de viaje, llegamos a Delhi, sin duda, la peor ciudad en la que hemos estado en toda nuestra vida.
En cuanto pisamos tierra en Delhi nos pusimos bien contentos de al fin estar en la India. Lo que no sabíamos es que la mala suerte seguía con nosotros y que nada más llegar sufriríamos el primer timo a lo grande, un SCAM en toda regla.
EL MAYOR TIMO NUNCA VIVIDO
Aterrizamos a la 1:30 de la mañana. Entre el control migratorio y la recogida de nuestras mochilas ya eran casi las 3:00 cuando salimos por la puerta del aeropuerto.
Había un movimiento espectacular: parecía las 11 de la mañana en las Ramblas y, obviamente, teníamos muchos coches que ofrecían sus servicios a un «immejorale» precio para llevarnos a nuestro hostel.
Como no nos fiábamos de ninguno de ellos, intentamos conectarnos a la wifi del aeropuerto para pedir un Uber (que habíamos leído que funcionaba bastante bien). No nos fue posible conectarnos. Plan B era buscar una tienda donde vendieran SIMs indias y así tener algún mega que poder utilizar para pedir el dichoso Uber. Encontramos la tienda, pero la tarjeta no se activaba hasta las 10 de la mañana del día siguiente.
Así que nos resignamos y nos subimos a un taxi por un precio pactado de 500 rupias. Todo parecía ir bien. El conductor parecía una buena persona, contándonos cosas sobre su familia y preguntándonos cosas como si tuviera curiosidad por nosotros.
Hasta que llegó un punto que intentaba meterse por unas calles que estaban valladas y a no seguir el camino que «maps.me» nos estaba indicando a nosotros (lo llevábamos puesto justamente porque no nos fiábamos de él).
Le dijimos que no estaba siguiendo el camino y el nos comentó que por culpa de un festival que había empezado ese mismo día había calles cerradas y no sabía por dónde meterse. En ese punto nos dice: «vamos a ir a la oficina de turismo para que me digan por dónde puedo entrar para llegar al hotel».
En ese momento pensamos «¿oficina de turismo abierta a las 4:00 de la mañana?«. Pero bueno, como no conoces el país piensas que no todo tiene porqué funcionar como en España.
Llegamos a la oficina de turismo y el chico de la oficina nos pide el teléfono del hostel para llamar. Nos dice que el del hostel le comenta que no hay forma de llegar y que el hotel tiene las puertas cerradas hasta el día siguiente a la mañana.
Como no nos fiamos, le decimos que nos deje el teléfono y que llamamos nosotros. En efecto, responde un indio muy dormido diciendo que está cerrado.
Así que al parecer no nos queda otra que buscar otro hotel. El taxista se ofrece a llevarnos a una zona donde hay varios. Casualidades de la vida que en esos hoteles nos pedían hasta 8.000 rupias por 5 horas de hotel cuando nosotros habíamos reservado nuestro hostel por 500 rupias.
Se nos empezó a hinchar las narices… Eran las 5:00 y aun estábamos dando vueltas por no se sabe dónde para encontrar un sitio donde dormir porque nos negábamos a pagar ese dinero. Llegados a ese punto le decimos al supuesto taxista que nos lleve de nuevo a la oficina de turismo que vamos a dormir en el suelo de la oficina hasta que se haga de día.
Al volver a la oficina, el chico y un compañero suyo que había salido de la nada, pusieron gran cara de sorpresa y les faltó poco tiempo para echarnos a patadas de allí.
Llegados a ese punto decidimos pagar al taxista y quedarnos en la puerta de la oficina de turismo hasta que se hiciera de día. Todo olía que apestaba y al ver que el taxista nos cobraba 500 por persona en lugar de 500 en total, ya fue el colmo de los colmos.
Yo, invadida por el cansancio y por la impotencia de saber que me estaban engañando, rompí a llorar y en menos de 5 minutos me habían conseguido un hotel bastante bueno por 1.000 rupias (que era lo máximo que les dije que iba a pagar).
Obviamente todo era un engaño: las calles no estaban cerradas, nuestro hotel tenía la puerta abierta 24 horas, la oficina de turismo no era una oficina de turismo (al igual que en España, no están abiertas por la noche) y el teléfono desde el que llamamos siempre dirige al mismo indio al que pagan para que te cuente la historia.
Fue una noche eterna y horrible pero debo decir que finalmente no salió ni tan mal porque acabamos en un hotel mucho mejor por un precio muy muy razonable.
Nuestro primer aprendizaje a la fuerza: son unos artistas del engaño. No puedes llegar a creerte que te estén engañando de esa manera hasta que no estás metido hasta las cejas.
Lo peor de todo es que no fuimos «los pringaos» a los que les engañaron. El tema es que a 9 de cada 10 extranjeros sufren este timo típico de taxista (¡entre otros muchos engaños que por suerte no nos han tocado!).
NUEVA DELHI
Como comentábamos, Delhi ha sido para nosotros la peor ciudad en la que hemos estado nunca. No sólo por la mala calidad de su gente, sino también por el caos, el ruido, la suciedad y la pobreza.
Al día siguiente del timo, con la moral y las energías por los suelos, decidimos ir a una agencia de turismo a ver qué nos ofrecían. No nos veíamos capaces de organizar ni reservar nada online visto el caos en el que estábamos.
Tras hablar con la agencia y hacer algunos ajustes a su propuesta, decidimos contratarla para que nos gestionara el tema de los trenes, buses y hoteles de los primeros 25 días en la India.
Pese a que no las teníamos todas (y tras comprobar la veracidad de todos y cada uno de los billetes de tren que nos dieron, así como de las reservas de hotel) debemos decir que fue una buena elección.
Desde entonces viajamos sin problemas ni muchas preocupaciones. Lo único es llegar a un precio razonable con la agencia, porque obviamente también va a intentar abusar. Nosotros antes de aceptar la propuesta, estuvimos mirando precio medio de los hoteles, así como el precio de los trenes y de ahí sacamos un total aproximado.
Dentro del paquete que nos ofrecía la agencia, nos incluía la opción de tener a un conductor para nosotros durante un día y media para visitar lo más importante de Delhi.
Nosotros nos hubiéramos ido de la ciudad corriendo, nos importaba un carajo Delhi y sus monumentos. Pero ya teníamos otra noche pagada, así que pensamos «vamos a intentar sacar lo poco bueno que se pueda de esta ciudad».
QUÉ VER EN DELHI
En día y medio nosotros visitamos:
-Swaminarayan Aksahrdham (un templo que realmente merece la pena)
-Humayun’s Tomb
-Lodi Gardens
-India Gate
-Lotus Temple
-Red Fort
(entre algún templo más y algún bazar que pillamos por el camino)
QUÉ NO HACER EN DELHI
– Confiar en ningún taxista, tuk tuk o lo que sea que te diga que te lleva a la oficina de turismo. Seguramente te llevará a una agencia de viajes de la que intentará conseguir comisión. Tan sólo hay una oficina oficial de turismo que abre durante el día.
– Decir qué tren vas a coger o enseñar tu billete de tren en la estación. Hasta los que parecen guardias de seguridad de la estación están compinchados con unos cuantos más para hacerte creer que tu tren no va a salir y obligarte a comprar otro billete. Todo es mentira. De los únicos que te puedes fiar son de los oficiales de camiseta roja y boina negra.
– Dejar a la buena aventura que el taxista vaya por donde le plazca. Abre una app con navegador (tipo maps.me) y sigue el recorrido. En cuanto que veas que se desvía, dile que te bajas y no le pagues ni un duro.
– No dejes que te enreden a comprar o ir a ningún sitio sin haber mirado tú previamente opciones por la calle más cercana o por internet. Te dan vueltas con tal de que les pagues el transporte para algo que seguramente podrías conseguir en la misma calle en la que estás.
– No te creas el «no está abierto», «hoy es gratis», «por aquí no es»… Todo son enredos para llevarte a su tienda o a la tienda de su amigo.
DATOS DE UTILIDAD
Tras nuestra pésima experiencia de la primera noche, estábamos alerta de cualquier otro posible timo.
Es por ello que de inmediato buscamos el teléfono de la embajada española, entre otros datos que pudieran ser de ayuda:
– Embajada Española: abierta de 9:00 a 13:00. Dirección: 12, Prithviraj Road, New Delhi 110011. Telf: (+91) 1141293000. Se puede llamar a cualquier hora. Nosotros conocimos a una pareja que sufrió otro timo y llamó a la embajada a las 3:00 de la mañana.
– Oficina Oficial de Turismo (Oficina de Turismo del Gobierno de India): 88, Janpath Connaught Place. Telf: (+91) 1123320005
– Página web donde comprobar la validez de los billetes de tren: http://www.indianrail.gov.in/enquiry/PnrEnquiry.html